domingo, 20 de noviembre de 2011

DESDE LOS AFECTOS. Un regalo...

Hoy aquí amaneció una lluviosa mañana de otoño, de esas en las que gusta asomarse al ventanal con una taza de té en la mano y sentir, más que ver, el paso de la estación en los árboles..., escuchar el golpeteo de la lluvia dentro de uno, más que en el tejado..., dejarse caer, planeando, con una hoja seca evocando, tal vez, un paseo por el parque, el calor de un abrazo, la ternura de una mirada... momentos que no volverán pero que, como esas hojas, alimentarán una tierra en la que germinarán luego nuevas semillas, una nueva primavera, cuando corresponda...

En esas estaba cuando una buena amiga me ha hecho este regalo que comparto aquí. Un puñado de reflexiones y de hojas secas para dejarlas posarse dentro y germinar desde la comprensión de que solo la Vida establece normas. Nosotros sólo podemos derribar nuestros muros, no cerrar puertas y construir puentes... es el único hacer posible. Lo demás es dejar que la Vida haga, no resistirse a Ella, respetar sus ritmos y aceptar sus sabias normas ocultas... Rendirse a lo que Es.

Que lo disfrutéis.