martes, 29 de noviembre de 2011

ES POSIBLE MEDITAR EN LOS ATASCOS? Una pequeña pista

Dicen que meditar es estar con lo que Es. Y que lo primero que pierde un meditador es la esperanza...
Ni pasado ni futuro atraparían entonces la atención de la mente meditativa... sólo el momento presente, el Aquí y Ahora.

Y, cómo se hace eso?

De las tres formas de meditación posibles: la meditación de pie (postura del árbol, Zan Zhuang o Ritsu Zen), la meditación en movimiento (gracias a la cual algunos pueblos indígenas desde la prehistoria son capaces de caminar, incluso de correr, enormes distancias sin descanso en estado de "trance"), y la meditación sentada, es esta última la más practicada.

Sentado en una silla, en un cojín, o sobre un banco al uso...? Piernas cruzadas en posición de loto, en medio loto, o Seiza? Manos en el regazo... posición de montaña o de valle? o sobre las rodillas... palmas hacia arriba o hacia abajo? O haciendo algún mudra? Y qué técnica? Hay que intentar dejar la mente en blanco? pero..., es eso posible?? O mejor me concentro en un pensamiento-sentimiento, de amor o perdón por ejemplo? O dejo los pensamientos pasar observándolos como nubes en el cielo? Uuuff... que lío!!

En lo que sí parece haber consenso es en que hay que procurar hacerlo en un ambiente relajado, silencioso, con temperatura constante y agradable, tal vez con una música suave de fondo, una velita y una varilla de incienso... Y que hay que persisitir para conseguir sus benéficos efectos fisiológicos y psicológicos (basta poner en el campo de búsqueda "beneficios de la meditación")... Entre ellos:

Reducción del stress, mayor tranquilidad y calma ante situaciones difíciles, mejoría del sueño y de la capacidad de concentración, mayor claridad y, con ello, mejora en la toma de decisiones y resolución de problemas (ocuparnos sin pre-ocuparnos), aumento de la creatividad, mejora de la autoestima, mayor facilidad de relación con los demás, reducción del diálogo interno (la cháchara mental),  desarrollo de una alegría natural, una capacidad para disfrutar de la vida aceptando sus circunstancias como un aprendizaje en vez de juzgarlas como buenas o malas... En definitiva, un cambio en la actitud hacia la Vida, una mayor presencia en el Presente (mirando hacia adelante lo justo para planificar el siguiente momento, y hacia atrás lo justo como para extraer los aprendizajes necesarios y enderezar el timón),... un acercamiento progresivo a ese etéreo y escurridizo estado que llamamos Felicidad.

Pero... qué pasa si no se dan esas circunstancias óptimas? Y, cómo conseguir el tiempo y la disciplina necesarias para meditar?
Bien pensado no sería muy difícil... bastaría con sustituir un rato de televisión por un rato de meditación. O incluso, porqué no, tal vez sea posible meditar en los atascos, o en la cola del supermercado... hacer de cada acto cotidiano un acto meditativo, ir acumulando así momentos de presencia en el Presente hasta que uno ya no meditaría para sentirse bien sino que meditaría porque se siente, está, bien...

Dejo aquí tres enlaces que me han llegado recientemente sobre el tema. Uno de ellos incluye una pequeña pista para conseguir, un día de estos, meditar en los atascos.

Mmmm... Me voy a meditar un ratito.



menteinfeliz
                                                                                                                            
Mente que divaga, mente infeliz.


medita
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/...




One moment meditation